A la oveja Dolly todos la recordamos, por haber sido el primer mamífero clonado en su edad adulta, pero después de Dolly vinieron muchos, y Copy Cat fue la primera mascota. La gata nació en 2001, después de 188 intentos fallidos de clonación de su “madre”, llamada Rainbow. Contrario a lo que uno podría pensar, Copy Cat tiene un pelaje de diferente color que Rainbow, aunque las pruebas confirmaron que genéticamente son idénticas. Al parecer esto sería por una diferenciación en la expresión del material genético.
2. Macak, el gato de Nikola Tesla
Se dice que el ingeniero físico e inventor austro-húngaro vio una gran inspiración en su gato, que lo llevaría a ser en lo que se convertiría. Todo ocurrió cuando era aún un niño e iba a todos lados con su gato Macak. Un día en el lugar donde él vivía en Croacia cuando percibió algo extraño mientras acariciaba a su gato. O al menos así lo recuerda Tesla, quien afirma que esta experiencia fue una de las grandes inspiraciones que tuvo para embarcarse en el estudio de la energía para poder entenderla mejor.
En sus propias palabras recuerda: “Mientras acariciaba el lomo de Macak, vi un milagro que me dejó sin palabras. La espalda de Macak se había convertido en una sábana de luz y el roce de mi mano producía una lluvia de chispas cuyo ruido se oía por toda la casa. Mi padre era un hombre muy sabio, y tenía una respuesta para cualquier pregunta, pero el fenómeno era nuevo para él. “Bueno, no es más que electricidad”, acabó por contestar, “lo mismo que se ve entre los árboles en una tormenta”. Y Tesla cuenta que se preguntó entonces, siendo solo un niño: “¿Es la naturaleza un gato gigante? Si es así, ¿qué es lo que acaricia su lomo? Solo puede ser Dios”.
3. Muezza, la gata de Mahoma
Cuenta la tradición que Mahoma tenía una predilección especial por los gatos y más aún por su gata llamada Muezza. El afecto por ella queda retratado en un relato que cuenta que un día la felina se había quedado dormida sobre la manga de la túnica del profeta. Teniendo éste que acudir a la oración, prefirió cortarse el manto antes que perturbar el sueño de su querida Muezza y cuando regresó de la mezquita, Mahoma recibió una reverencia de la gata en gratitud. Entonces acarició tres veces a su gata predilecta.
4. Orangey, actor de Hollywood
Famoso por sus apariciones en películas en la década del 50 y 60, Orangey se posicionó como uno de los gatos taquilleros de la época. Con su pelaje color castaño anaranjado fue entrenado por Frank Inn, un conocido adiestrador de animales para películas. Orangey actuó en películas como Rhubarb, El diario de Ana Frank, El increíble hombre menguante y Breakfast at Tiffany's, donde interpretó a “Gato” junto a Audrey Hepburn. Y aunque fue reconocido en su época y recibió dos premios Patsy (algo así como el Oscar de los actores animales), también tenía fama de “gruñón”. Se comentaba que era común que arañara o mordiera a los actores y a veces se escapaba por horas del set de grabación. Toda una estrella de Hollywood.
5. Colonel Meows, record Guinness al pelo más largo

6. All Ball, mascota de un gorila
Este gatito fue adoptado por la gorila Koko, como su mascota. Koko fue una gorila fallecida recientemente, que agarró fama al convertirse en un primate que logró aprender un lenguaje simplificado de señas. Su conexión con su gato All Ball se puede ver en algunos videos que captaron esos momentos en que se ve jugando con él y tomándolo en brazos. De todas formas, uno de los más impresionantes es cuando Koko es informada de que All Ball ha muerto. Se puede ver una comprensión y tristeza por la partida del felino.
7. Creme Puff: el gato que más ha vivido

8. Babou, el gato de Dalí.

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