A diferencia de los seres humanos, los gatos no sudan, por lo que mantenerse frescos en los días de verano puede ser un verdadero reto.
Si tienes un gatito y aún no tienes planeado salir de vacaciones, debes tener en cuenta una serie de cosas para que no sufra un golpe de calor o deshidratación, algo muy común en estos días.
1.- Proporciónale un ambiente fresco a tu gato
Si tienes aire acondicionado, mantén a tu minino dentro de la casa para asegurarte que esté fresco. Preocúpate de mantener abajo las persianas y las puertas cerradas para que no entre el calor del exterior.
Asegúrate también de que tu gato tenga acceso a una habitación más cálida en caso de que llegue a sentir frío. Cabe destacar que en ocasiones el aire acondicionado y los ventiladores enfrían demasiado el hogar, por lo que es necesario un lugar donde también pueda encontrar algo de calor.
Si tu gato prefiere pasar tiempo fuera de casa, es recomendable que evites que lo haga en el horario donde se concentra más el calor (10:00 am y 16:00 pm).
2.- Preocúpate de que tenga agua fresca en todo momento
Los mininos necesitan tener siempre agua a su disposición para estar hidratados. Cuando la temperatura de la sangre de un gato incrementa, su cerebro le indica que debe beber agua para refrescarse y así diluir la sangre. Por lo que es esencial que te asegures de que los pocillos de tu gato estén siempre con agua fresca y limpia.
3.- Permite que tu gato esté tranquilo en los días de mucho calor
Los días de calor no son adecuados para jugar y hacer que tu gato se mueva mucho. En lugar de eso, motívalo para que esté tranquilo y relajado.
4.- Refresca a tu minino con toallitas húmedas
Sabemos que a la mayoría de los gatos les desagrada mojarse, pero puedes darle una mano con pañitos o toallitas húmedas. Simplemente debes utilizarlo acariciando a tu gato en la cabeza, lomo y patitas.
5.- Cepilla diariamente a tu gato
El pelo enredado atrapa más el calor, por ello asegúrate de desenredar su pelo para que pueda circular el aire.
Acostúmbrate a peinar a tu gato en el momento más fresco del día (temprano en la mañana o en las noches).
¿Cómo identificar un golpe de calor?
Los síntomas incluyen jadeo excesivo, respiración acelerada, orejas de color rosado brillante, confusión, debilidad, poca capacidad para estar de pie, agitación, temblores e incluso en algunos casos convulsiones.
Si tu gato sufre un golpe de calor, colócalo inmediatamente sobre una superficie fresca (piso de baldosa, por ejemplo), enciende un ventilador y ubícalo de modo que el aire le llegue directamente para disipar el calor.
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