Adopté un gato con problemas neurológicos

Adopté un gato con problemas neurológicos

En el mes de los gatos, queremos compartir con ustedes la historia del escritor Alberto Rojas -colaborador activo de las fundaciones Adopta y Aperremos-, quien hace algunos meses recogió y adoptó un gato con problemas neurológicos y que tiene severos problemas para caminar.

Alberto Rojas (@aarojasm70 en Instagram y @aarojasm en Twitter) es un reconocido periodista y comentarista de asuntos internacionales en distintos medios de comunicación, así como autor de la saga juvenil Leyendas de Kalomaar y de las exitosas novelas El Secreto del Dresden y El Misterio de la Biblioteca de Lima.

¿Cómo fue que se dio la adopción de un gato con problemas neurológicos?

Yo siempre había sido una persona que tenía perros, todos mestizos y recogidos de distintos lugares. Hasta que hace 10 años nos regalaron un gato y desde entonces la población gatuna fue aumentando dentro de la casa y después afuera en el patio. Comencé dejándole comida y agua a unos gatos que circulaban por la calle (sin dueño conocido) y algunos se fueron quedando. En algún momento llegamos a tener hasta ocho gatos, entre los que vivían adentro y los que estaban en el patio.

La noche del 5 de marzo, mi esposa había ido al concierto de los Back Street Boys con su hermana, así es que llevé a mis hijas a comer una pizza cerca de la casa. Cuando volvimos, vimos que debajo de un auto había un gatito asustado. Mi hija menor, que es una verdadera encantadora de gatos, lo hizo salir y nos dimos cuenta de que tenía problemas severos para caminar. Nos dio una pena enorme y como nunca lo habíamos visto en el barrio, preguntamos en el chat de vecinos, pero nadie lo reconoció. Creemos que simplemente alguien lo abandonó, porque por la dificultad que tiene al caminar, no podría haber venido de muy lejos.

¿Qué hicieron entonces? ¿Tomaron una decisión como familia?

Mis hijas y yo queríamos entrarlo y hacernos cargo de él, pero faltaba que mi esposa -que estaba en el concierto- opinara, así es que las niñas empezaron a mandarle mensajes de whatsapp, fotos y que querían ponerle Pangolín (que habría sido uno de los animales que transmitieron el Covid en China y que es muy tierno). Cuando volvió y lo vio, también le dio mucha pena verlo. Es que hasta estando de pie pierde el equilibrio y se cae. Así es que como familia decidimos adoptarlo y quedó con el nombre de Pangolín.

¿Y cuál es el diagnóstico que tiene el gato?

Bueno, lo llevamos a un veterinario para que lo revisara. Nos dijo que era evidente que tiene un problema en el cerebelo, pero lo que no podemos saber es si ese problema venía de nacimiento o por maltrato animal. Y que siempre sería “un gato de suelo”, porque no puede escalar ni saltar. Pero fuera de su discapacidad, estaba bien de salud y que tratáramos de que no se escapara porque está en evidente desventaja ante peleas con otros gatos y tampoco tiene los reflejos para huir de peligros en la calle, como los autos o un perro. Ahora, nosotros creemos que podría haber sido un tema de maltrato, porque cada vez que salimos a barrer el patio, Pangolín ve la escoba y se esconde. Como te digo, no tenemos la total certeza de ello, pero si fue así, uno no entiende cómo puede haber tanta maldad contra un animal indefenso. Por suerte ahora tiene un hogar donde recibe todos los cuidados que necesita, alimentación, vacunas y desparasitación.

En algún momento mencionó que en el patio había otros gatos. ¿Cómo reaccionaron con la llegada de Pangolín? ¿Por qué tiene gatos dentro de la casa y otros afuera?

Bueno, ese fue otro tema. Mi hija “encantadora de gatos” es asmática severa y dentro de la casa ya vivían cuatro gatos, de modo que el médico tratante nos recomendó no seguir entrando más compañeros peludos. Bien controlada y tomando sus medicamentos, la alergia y el asma están contenidos, así es que un quinto gato dentro de la casa no era posible y la única opción era el jardín. Pero en el patio ya teníamos dos gatas de las que también nos habíamos hecho cargo de su alimentación, castración y desparasitación. Por suerte se llevaron bien y no pelean, pero Pangolín les quitó la casita y ellas se fueron a vivir a la terraza del segundo piso. Entonces les compramos otra casa y como ellas sí pueden saltar y escalar, decidieron vivir en altura, pero siguen con nosotros.

¿Ha sido mucho problema hacerse cargo de un gato con problemas neurológicos?

Hemos cambiado algunas rutinas, por ejemplo, cuando entramos o sacamos los autos lo tomamos en brazos para evitar algún accidente. También cuando abrimos la reja para que no se escape. Y cuando barremos, alguien lo entretiene para que no sufra al ver la escoba. Le hacemos sus controles veterinarios permanentemente y hasta el momento ha sido una relación de amor y agradecimiento.

¿Qué ha sido lo que más le ha llamado la atención de tener gatos?

Los gatos son animales de compañía capaces de entregar mucho cariño. Tienen mala fama de esquivos, pero al menos los nuestros son todos super cariñosos. Lo que más me sorprende es cómo logran comunicarse. Tienen distintos maullidos para cada necesidad, te demuestran su amor cuando pasan a tu lado tocándote con el cuerpo o la cola. Pero sin duda, son sus miradas las que más y mejor transmiten sus emociones, sentimientos y agradecimiento a los cuidados que reciben. Aunque los realmente agradecidos somos nosotros.


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