Los estornudos ocasionales es un acto reflejo que, tanto en humanos como en los gatos, sirve para expulsar cualquier partícula que pueda irritar la mucosa nasal. Pero cuando pasa a ser algo molesto y recurrente nos preocupamos y vamos al médico. Lo mismo sucede en el caso de nuestras queridas macotas, si los estornudos no se detienen o son por un tiempo prolongado, puede ser indicador de alguna enfermedad, la que debe ser tratada oportunamente.


Razones del estornudo

1.- La más habitual es el estornudo común y que se da cuando algún agente extraño o partícula entra en la nariz del gato, provocándole irritación. Cuando esto pasa, de forma refleja se produce el estornudo, el que muchas veces resulta hasta gracioso o tierno.

2.- Alergias. Aunque no lo creas, los gatos también pueden tener alergias y ser sensibles a los cambios de estación, a ciertos alérgenos en la alimentación e incluso al plástico, lo que les provoca constantes estornudos. En algunos casos pueden ir acompañados de mucosidades y vómitos. Ante estas situaciones es importante consultar con un veterinario que nos guíe cómo enfrentar la alergia y hacer que nuestra mascota se sienta mejor, por ejemplo en el caso de las alergias alimentarias puedes optar por snack y alimentos hipo alergénicos y platos para su alimentación de materiales distintos al plástico.

3.- Causas virales. Además de provocar constantes estornudos, es posible observar en la mascota secreciones en los ojos y en la nariz. Esta sensación de malestar hace que el gato esté decaído, se alimente menos y que además experimente pérdida del sentido del olfato.
Ante estos síntomas es recomendable visitar al veterinario para que evalúe el estado de salud de nuestro compañero peludo, ya que podría deberse a situaciones tan graves como una infección del tracto respiratorio superior por calicivirus, herpes, inmunodeficiencia felina, peritonitis infecciosa o leucemia felina. La rapidez de la detección y un pronto tratamiento son muy importantes para evitar un agravamiento de la enfermedad.

4.- Otras causas. Hay una serie de otras razones por las que los gatos estornudan y si bien son menos frecuentes, éstas también deben ser evaluadas por un veterinario ya que pueden ser desde infecciones dentales hasta tumores en las vías respiratorias.

Lo importante es observar permanentemente el comportamiento de nuestro gato y estar atentos a cualquier cambio en su conducta e identificar las señales que indiquen que algo no anda bien con su salud, para así consultar con un veterinario antes que cualquier condición se convierta en algo más grave y aliviar a nuestra mascota de lo que puede ser un molesto e interminable ataque de estornudos. Recuerda que el ideal es que después de un gracioso estornudo solo tengas que decir ¡Salud!