Junto con el inicio de la primavera en el hemisferio sur, también comienza la temporada de alergias y tu mascota no queda fuera de esta odiada realidad de muchos chilenos.

En los seres humanos las alergias generalmente provocan síntomas respiratorios. En los perros, éstas se manifiestan casi siempre con erupciones cutáneas, piel con mal olor, piel grasosa o escamosa, lamido de patas y constante rascado.

Una alergia se debe a una respuesta inmunitaria a un antígeno que llega al cuerpo. El antígeno puede ser ingerido como alimento, inhalado (polen, moho, ácaros del polvo), migrar a través de la piel o inyectado en la piel por un insecto que pica. Cuando un antígeno llega al cuerpo del perro su sistema inmunitario lo reconoce como un invasor extraño y comienza a atacarlo. Aunque el sistema inmunitario reconoce los antígenos y destruye a los potencialmente dañinos como los virus, se produce una alergia cuando un antígeno inofensivo también se convierte en enemigo de un sistema inmunitario que reacciona en forma exagerada.

La alergia que comúnmente desarrollan los perros es a los antígenos inyectados en la piel por las pulgas. Debido a esto se les inflama e irrita la piel provocando picazón.

La mayoría de las consultas dermatológicas son por signos como prurito o zonas del cuerpo con alopecia. Es por eso que el veterinario va a solicitar exámenes complementarios para determinar si se trata de una alergia o algún motivo parasitario. Otras causas que pueden provocar una reacción en la piel pueden ser hormonales.

En el caso de las alergias, para identificar el alérgeno, el veterinario busca las causas más frecuentes en relación a los hábitos del perro. En algunos casos resulta fácil, especialmente si se trata de alergias estacionales como la provocada por el polen.

También es sencillo si se debe a la saliva de las pulgas, porque basta con ver si está infestado por éstas. Sin embargo, en muchos casos resulta complicado dar con el agente causante y es posible que te recomienden realizarle un análisis alergológico.

Una vez que el especialista detecte que es lo que está provocando la reacción en la piel de tu mascota, te indicará el tratamiento más adecuado dependiendo del alérgeno que la provoque. Lo habitual es evitar la comida que provoca la alergia, eliminar la presencia de parásitos o intentar evitar el factor ambiental que la causa.

La buena noticia es que para reducir los efectos de las alergias estacionales se pueden usar antihistamínicos orales. Estos no mejoran la alergia, pero ayudan a reducir sus síntomas. Además, puede que el veterinario te recomiende el uso de cremas, lociones, champús y medicamentos que ayuden a desinflamar y así eliminar la picazón.

En cuanto a la prevención de manifestaciones dermatológicas, lamentablemente es difícil.
Pero una de las bases para mantener la piel saludable de tu perro es una alimentación sana y equilibrada.